María en la espiritualidad marianista
1. Los tres lemas mariano-marianistas como síntesis
2. Los Escritos fundacionales. Lectura actual sobre ellos
3. La Mariología marianista. Historia y Actualidad
4. María en las Reglas marianistas actuales
5. La oración mariana del carisma marianista
6. María en el magisterio contemporáneo de la Iglesia
7. Bibliografía
1. Introducción. Los tres lemas mariano-marianistas como síntesis:
1.1. «Hijos de María». (Congregaciones de María, Hijas de María, Compañía de María). Primer y gran lema-foco de la espiritualidad chaminadiana-marianista. Jesucristo es el centro, Señor y Camino de nuestra vida. María es la persona que el Padre escoge para que su Hijo entre en nuestra historia. Su «Hágase» en la Anunciación es el sí de la Humanidad al plan de amor redentor de Dios. María está así asociada íntimamente al Misterio salvífico. Es una perspectiva cristológica y mariana a la vez, la que Chaminade elige como núcleo de su espiritualidad. Elmisterio de la Encarnación como centro, en el que interviene «necesariamente» la Mujer. Jesús, siendo el «Hijo» por excelencia, se ha encarnado en el seno de María: es «Hijo del Padre» y al mismo tiempo «el hijo de María». Chaminade desarrolla carismáticamente desde ahí la«Maternidad espiritual de María»: Nosotros somos «hijos de María». En la cruz, «a las tres de la tarde», antes de morir, Jesús mismo nos la dio como madre: «Ahí tienes a tu madre». Pero ya en la Anunciación Ella nos engendró, al encarnar a Jesús. Nosotros queremos ser como Jesús, nacer de ella para conformarnos con su Hijo. Siendo formados por Ella, «en el seno de su ternura maternal», nos identificamos con Jesús, nos formamos a su imagen (Rm 8,29), nacemos como Jesús para el mundo. Por ello, Chaminade habla de la necesidad de «Conocer, amar, servir a María». Conocer a María es conocer el misterio de la Palabra hecha carne, y conocer cómo lo vivió ella, unida siempre a su Hijo.
1.2. «El espíritu de María». «El espíritu de la Familia marianista es el espiritu de María», un lema polifónico. Con esta expresión se quiere indicar su camino interior de acogida de la Palabra, su abandono a la obra del Espíritu, el testimonio de fe de Ella para vivir plenamente el Evangelio. Por eso «espíritu de María» es sinónimo de «espíritu de fe, de oración, espíritu interior», que moldea toda nuestra vida. Ella es la Nueva Eva, nueva Mujer, Modelo de Humanidad abierta a la Gracia (Inmaculada). Por eso Chaminade elige el misterio mismo de su persona como gran Fiesta patronal: El «Santo nombre de María». Vivir como Ella es fundarnos en el camino de la fe. Por eso «espíritu de María» y «espíritu de fe» son los dos grandes temas del carisma. Ella es «Mujer de fe, Madre de nuestra fe». Amar a María es amar el camino de la fe, trabajar por ser hombres y mujeres de fe, formar comunidades de fe, y así sentirnos en comunión con Ella en la Iglesia.
1.3. «Haced lo que Él os diga». Hacer alianza con Ella es comprometernos en la misión de su Hijo. Es nuestra «Consagración misionera». La «Congregación seglar de la Inmaculada» fue la cuna de esta consagración a María. De la misma manera que en Caná, el «Israel que esperaba en el Mesías» (María) aceleró su «Hora», llevó a los servidores a Jesús, y provocó el crecimiento de la fe de los discípulos, así María es germen y madre de la Iglesia misionera. Somos los«misioneros de María». Porque Dios ha elegido una forma nueva de luchar (Nova bella), que es la fuerza en la debilidad, que vienen de esta Mujer y su Hijo. La «Familia de María» siente y proclama que Ella no solo es nuestra hermana en la fe, sino nuestra guía apostólica, evangelizadora. Por la Madre seguimos caminando hacia el Hijo, enviados a escuchar la palabra de Cristo, como sucedió en Caná; con Ella, María-Iglesia, seguimos hoy siendo enviados por Jesús al mundo entero para ser testigos del Evangelio. El «Voto de Estabilidad» en los dos institutos religiosos (FMI-SM) expresa la consagración mariana-misionera en la Familia y en la Iglesia. Servir a María es servir como Jesús al mundo (Mt 25, Jn 13), y participar en la misión y tarea maternal de Ella, de dar a luz a Jesús y su Evangelio entre los pueblos.
Como se ve, la figura de María no es, en nuestra espiritualidad, un motivo devocional más, sino un símbolo teológico crucial, porque resume tanto el misterio de salvación realizado en Jesucristo, el modelo de Iglesia, y la misión evangelizadora. Todas nuestras expresiones carismáticas tienen en estos tres lemas su fuente y su impulso.
2. Los Escritos fundacionales.
2.2. LOS ESCRITOS FUNDACIONALES
TODAS LAS FUENTES: «ECRITS ET PAROLES» (EP) (Vols 1 a 7); y «LETTRES» Vols 1 a 9. Desde 2012 están ya traducidos al español todos los escritos fundacionales: «CARTAS» y «ESCRITOS Y PALABRAS» (Servicio de Publicaciones Marianistas. Madrid; y edición digital en Ágora marianista/Espiritualidad/Escritos y palabras/Escritos fundacionales ).
La recopilación de los textos sobre María en Chaminade y su introducción histórica está en la antología:
«ESCRITOS MARIANOS«. Vols I-II (1966) por Jean Baptiste Armbruster sm (1922-2008).
ESCRITOS DE LA FORMACIÓN DE LOS LAICOS: Los primeros textos se refieren a la fundación-animación de la Congregación seglar de la Inmaculada. La figura de María está presente en:
La «Consagración a María». Expresa una forma de vivir el seguimiento de Jesús en Iglesia, comprometidos en la misión de María. Ver el texto más adelante, en el nº 5.
«El servidor de María». El manual de oración de la Congregación de la Inmaculada. Las primeras ediciones son de 1801 como «Recueil de prieres et de pratiques«, y de 1804, ya como «Manual del servidor de María» (es el que recomienda a Adela en la carta 31 de 1808). Hay una refundición de 1815; y luego las de 1821 y 1841. Al comienzo coloca las «instrucciones» o textos espirituales y motivadores para los congregantes, y luego vienen las oraciones, cantos, devociones marianas de la tradición eclesial («Oficio parvo de la Virgen»), a las que se van añadiendo elementos típicamente chaminadianos («Acto de consagración»). Incluye además elementos de celebraciones sacramentales y liturgia de las horas. Con lo cual el libro es un completo misal-cantoral-oracional.
En su última edición (1844), abierta ya pastoralmente a los centros educativos, aparece un texto introductorio, obra de Juan Bautista Fontaine (1807-61): el «Breve tratado del conocimiento y amor de María». No es un texto redactado por Chaminade, pero está inspirado y firmado por él. Esto pasará con otros documentos (por ejemplo la «Carta a los predicadores», redactada por Roussel). A todos ellos, escritos personalmente, dictados en cuanto a sus ideas (secretarios) o bien encargados y firmados por él, los llamamos «escritos fundacionales».
ESCRITOS DE LA FORMACIÓN DEL «INSTITUTO DE MARÍA» (FMI y SM)
María en las Reglas primitivas del «Instituto de María»:
«Gran instituto» y «Pequeño instituto» (1816).
«Constituciones» de la SM y FMI (1839).
Los Retiros fundacionales de la SM
El retiro fundacional (1817) y el de 1819: la «Alianza con María»: Retiros_1817-1819.
El Retiro_1821 (Meditación 18ª.»El espíritu del Instituto de María»). EP Vol 6, nº19
La «Carta a Pedro Bienvenido Noailles« (1826). En ella resuenan los retiros y se anuncia la Carta a los predicadores de Ejercicios.
Los textos capitales:
1.- El «Cuaderno D», cuaderno de Burdeos, o cuaderno rojo (1828-38), apuntes personales del fundador, preparando las Constituciones definitivas de la SM y FMI. Importantísimo conjunto de textos, donde se resume el espíritu fundacional. EP Vol 7, nº 18-27
2.- «CARTA A LOS PREDICADORES DE EJERCICIOS« (1839). Es la carta magna de la espiritualidad. Leer Descargar
3.-«Breve tratado del conocimiento y amor de María» (1944). Compendio mariano para todos.
Una antología de los textos primitivos sobre María en el libro: «Encarnar la Palabra«.
a) Capítulo 7º, «Con María» hay otros escritos marianos fundacionales en los demás capítulos.
b) En los demás capítulos, el apartado «Un tiempo para el carisma marianista» trae más escritos fundacionales sobre María.
2.3. UNA LECTURA ACTUAL DE LA MARIOLOGÍA CHAMINADIANA:
Jean Baptiste Armbruster. «El estado religioso marianista» («Espiritualidad marianista» nº 9). SPM. Madrid. 1995. En 1989 publica Armbruster el mejor estudio y comentario que se ha hecho nunca de la «Carta a los predicadores de Ejercicios» (24 agosto 1839). Un libro fundamental en la interpretación actual del carisma.
Ignacio Otaño. «María, mujer de fe, madre de nuestra fe» («Espiritualidad marianista», nº 11) SPM. Madrid. 1996. Un libro más temático que evolutivo, y sobre todo en diálogo permanente con la mariología y el magisterio actual. Su lectura o consulta nos pone en contacto a la vez, con la reflexión más cercana sobre María, y con las claves mariológicas marianistas: no solo de Guillermo José Chaminade sino de los que han venido después y han aportado luz al papel de María en la historia de la salvación. aquí
Manuel Madueño. «Siguiendo a Jesús, hijo de María» (Espiritualidad marianista, nº 15). SPM. Madrid 1999. Un camino para vivir la espiritualidad marianista, siguiendo la frase típica de nuestros orígenes, «Conocer, amar y servir», que se aplica en primer lugar a Jesús, y también a María. Un libro para orar, discernir y trabajar en grupo. aquí
Emilio Cárdenas. «Itinerario mariano de G.José Chaminade, misionero de María» («Espiritualidad marianista». nº 19) SPM. Madrid. 2004. Tesis doctoral presentada en la Universidad de Lublin (Polonia). Una magnífica y exhaustiva descripción histórica y analítica del pensamiento del fundador sobre María y su aplicación eclesial y misionera.
Manuel Cortés. Sus tres primeras circulares como superior general han estado dedicadas a comentar este lema central del carisma: «El espíritu de la Compañía es el espíritu de María».
1. Circular 1 «En Cristo con María» (2007) aquí
2. Circular 2 «En misión con María» (2008) aquí
3. Circular 3 «En obediencia con María» (2009) aquí
3. La «Mariología marianista». Historia y Actualidad
3.1 Historia de la «Mariología marianista» después de Chaminade
a) LAS FASES HISTÓRICAS DE LA ESPIRITUALIDAD
1800-1850.- Las fundaciones y la definición chaminadiana de la espiritualidad. Escritos fundacionales.
1850-1900.- Silencio sobre la figura de Chaminade y debilitamiento de la profundización en nuestra espiritualidad. Generalatos de Caillet y Chevaux. Una visión mariana basada en la piedad devocional, sin relación con el caracter apostólico, típico de los escritos fundacionales. Los primeros discípulos (J.B.Lalanne, Carlos Rothea) defienden puntualmente el pensamiento de Chaminade y el carisma. Se desconoce el conjunto y el sentido de la espiritualidad. Ver la carta de Rothea a Caillet.
1900-1950.– La rehabilitación tanto de la figura de Chaminade como de la espiritualidad: José Simler y Carlos Klobb. Otras grandes figuras del despertar carismático: Henri Lebon, Luis Cousin, Paul Verrier, Joseph Schellhorn («Pequeño tratado de Mariología». 1933). Emilio Neubert publica su propuesta de interpretación y vivencia de la espiritualidad en dos fases: «Mi ideal, Jesús, hijo de María» (1933) y «Nuestro don de Dios» (1954).
1950 a hoy.- La nueva investigación sobre nuestra espiritualidad, el cambio de paradigma eclesiológico, tras el Vaticano II, y la nueva conciencia de Familia marianista. Los tres hechos son decisivos para abrir una fase que nos hace volver a las fuentes fundacionales y a la vez mirar la espiritualidad a la luz de la actualidad eclesial y familiar. Nuevas figuras de investigadores de nuestra espiritualidad: Verrier, Hoffer, Armbruster, Ferrero, Hakenewerth, Benlloch… Nuevo planteamiento de la Espiritualidad marianista.
b) EL CAMBIO DE PARADIGMA en la Espiritualidad o la VUELTA A CHAMINADE
Ya en los tiempos inmediatamente posteriores a la muerte del fundador, algunos discípulos de la primera hora, formados directamente por Chaminade, se convierten en defensores de la espiritualidad chaminadiana, que ellos ven en peligro, bien porque se desfigura o se diluye, bien porque puede llegar a perderse («se vivió entonces el eclipse parcial de la doctrina mariana» dice Neubert). Lo que importa en ese momento parece ser la expansión de la Compañía de María, convertida en una gran «congregación educativa». La espiritualidad queda reducida a unos lemas. No hay investigación, ni lectura de los escritos fundacionales, que no se conocen. La gran preocupación y producción intelectual y espiritual era la educativa: surge el «Manual de Pedagogía cristiana, para uso de los hermanos profesores de la SM» (1856-57). Un texto muy importante, fruto evidente de nuestro carisma y espiritualidad. María sin embargo está muy poco presente en él (cap 4) y no hay encuadre explícito de la Pedagogía marianista en nuestra Espiritualidad.
La carta del P.Carlos Rothéa al P.Juan Chevaux sobre el P.Caillet (1846). Uno de los primeros discípulos de Chaminade se atreve a «corregir» al superior general y sucesor del fundador:«Querido P. Juan: He leído con mucho gusto la circular (de Caillet). Debo expresarle con toda sencillez cual es mi parecer. Hablando del carácter distintivo de la Compañía de María se lee en ella que es el amor por la Santísima Virgen. Ante todo quiero decirle a nuestro venerable y nuevo Superior General que me ha encantado escuchar que se habla de nuevo sobre este amor a María. Hacía mucho tiempo que no se hablaba así. Pero el espíritu de la Compañía de María no consiste propiamente en el amor a nuestra augusta Madre. Se me dirá que así está escrito en nuestra santa Regla, sobre todo en los artículos que hablan del Postulantado y Noviciado. Yo considero más característico lo siguiente: gracias a la solicitud materna de María debemos ser cada vez más semejantes a Jesucristo. El espíritu de la Compañía de María no consiste propiamente en el amor a nuestra augusta Madre(…). Es de capital importancia promover el verdadero espíritu de la Compañía de María. ¿Y en qué consiste? ¿Cuál es? El Buen Padre siempre ha respondido a esto diciendo que es el espíritu interior de María, el espíritu de fe. De hecho, cuando Jesús ha querido precisar en qué consistía la felicidad de su madre, a la mujer que le gritaba “Dichoso el vientre”, no ha destacado la alta dignidad de ser la madre de Dios sino la fe de su madre: Dichosos más bien los que oyen la palabra de Dios… La virtud característica de de la Compañía es por tanto la fe, o el espíritu de oración, junto con la devoción a María» («Escritos de Dirección» Vol III. nº 714-717)
Una intervención magnífica de uno de los primeros disípulos del fundador, guardián de su memoria y su espíritu en tiempos difíciles.
Con José Simler y Carlos Klobb comienza el cambio. Ambos son figuras cruciales en el cambio de paradigma, primero para conocer y rehabilitar al fundador (Biografía de Chaminade. Preparación para publicar las Cartas), e inmediatamente para dar a conocer la Espiritualidad («Retiro de Fayt»; «Espíritu de nuestra fundación», ). Con Simler y Klobb de nuevo se pudo conocer la vida del fundador y sus fundaciones, hubo un autentico redescubrimiento carismático, la geografía marianista vio brotar edificios que se llamaban «Chaminade», y en las salas y habitaciones, en las clases del colegio, aparecieron imágenes del fundador. En los libros de lectura o de oración, cada uno pudo tener desde entonces una estampa de Chaminade. Hoy eso es normal, entonces fue una sorpresa, y un acto de valentía, justicia y amor.
DOS LÍNEAS MARIOLÓGICAS se suceden DESDE 1900 HASTA HOY:
1ª.- El «Voto de Estabilidad» como expresión carismática central, se sitúa en dirección estrictamente mariana («consagración a María»): la «Piedad filial» es el contenido constitutivo.Según él es un «voto de piedad filial». Ese es «nuestro don de Dios», nuestro carisma. Tesis sustentada por el cuarto superior general, José Simler, («Instrucción sobre la Piedad». 28 junio 1878), que la introduce en las Constituciones SM de 1891. Tambien escribe una instrucción sobre las «Virtudes características de la SM» (10 julio 1894). Desde entonces aparecen en las Constituciones las «Virtudes características» que debe vivir el religioso o religiosa marianista (y que son las virtudes de María). El que desarrolla eminentemente la tesis de la «Piedad filial» es Emilio Neubert:
Emilio Neubert (1878-1967). Uno de los grandes escritores marianistas, y formador de religiosos: maestro de novicios en Estados Unidos y rector del seminario de Friburgo. «Mi ideal, Jesús, Hijo de María» (1933), el libro más conocido mundialmente sobre la «Piedad filial». Es una obra devocional: el diálogo entre Jesús y un cristiano que quiere afianzar y vivir la «relación de hijo de María». Jesús es, en esta obra el introductor y maestro para vivir esta «piedad filial». El «Hijo» enseñando a los «hijos» a «conocer, amar y comprometerse con la misión de la madre». En «Nuestro don de Dios» (1954), publicado como homenaje a María en el centenario del dogma de la Inmaculada, hace ya un estudio completo, histórico y teológico,de la espiritualidad marianista. Ambos libros marcaron la espiritualidad marianista hasta el Vaticano II.
Es la línea imperante desde la muerte del P.Chaminade hasta la mitad del siglo XX. Como la figura del fundador ha sido silenciada, también la espiritualidad ha sido imperfectamente transmitida. Corresponde a una eclesiología y una devoción mariana típicamente románticas, que sin embargo Chaminade vive y sitúa de otra manera: más comunitaria y más misionera. Las palabras de Rothéa a Caillet por una parte, y el Retiro que da Klobb en Fayt señalan esa necesidad de volver a enraizarse en Chaminade y su originalidad (y evitar centrarse en lo devocional e intimista). La «piedad filial» y las «virtudes características» desaparecerán del lenguaje marianista a partir de los años 70, y del texto de la Regla a partir de 1983.
Carlos Klobb (1866-1906) trabajó con José Simler como secretario, y fue decisivo para la investigación que condujo a la biografía escrita por Simler «G.J. Chaminade» (1901), al «Espíritu de nuestra fundación» (1910-16), y a la edición de las Cartas (1930), estas últimas obras, editadas por el sucesor de Klobb, Enrique Lebon. Klobb, a pesar de su juventud, veía más lejos, o mejor dicho, «veía más atrás»: interpretaba a Chaminade y su intuición carismática como ninguno. En 1904 Klobb predicó el retiro a los seminaristas de Friburgo (Suiza). Neubert era uno de ellos. Klobb habló del Apostolado marianista. Causó un fuerte impacto. Nadie les había hablado así. Al año siguiente fue invitado a predicar a los superiores en Fayt-Lez-Manage (Bélgica). Habló sobre la historia marianista y el carisma. Aquello superó lo de Friburgo y entusiasmó. Dijo el P.Kieffer: «Era como si a una familia pobre le anunciaran que era heredera de inmensas riquezas». Carlos_Klobb y su Retiro de Fayt (1905) suponen la respuesta clave a comienzos del siglo XX para superar la fase de olvido del fundador y de su espiritualidad mariana-misionera.Klobb es el verdadero punto de partida de la nueva reflexión sobre el carisma en el siglo XX.Simler falleció ese mismo año, y Klobb al año siguiente de este último retiro. Con 40 años de vida ya nos había dado lo mejor de sí.
José Simler y Carlos Klobb
2ª.- Una «Alianza-Consagración mariana comunitario-misionera». La clave mariológica está en la pertenencia a la «Familia de María»: es una consagración eclesial (vinculada a las ramas: CLM-FMI-SM), en «el espíritu y la misión de María». Se trata por tanto de una «consagración indirecta» a María: no es a ella directamente a quien nos consagramos, sino a una Familia que actúa en su nombre, una Familia que le está dedicada. Ese es «nuestro don de Dios», nuestro carisma. Desde ahí se conecta más directa y exactamente con el pensamiento del fundador y se recupera y se pone en su sitio el «voto de estabilidad» (propio exclusivamente de FMI-SM). Este voto se orienta hacia el compromiso con el propio Instituto, aunque su espíritu sigue siendo mariano: «El espíritu de este voto. nos lleva a hacer conocer, amar y servir a María… Al escoger seguir al Señor en la Compañía de María, nos comprometemos irrevocablemente al servicio de María, madre de Dios y madre nuestra» (RVSM nº 15); «Por el voto de estabilidad nos comprometemos de manera permanente e irrevocable en el servicio de María, a quien pertenece la Congregación» (RVFMI nº I,8). Así se resitúa la «piedad filial» y el «conocer, amar y servir a María» en clave comunitaria y misionera.
Simler y Klobb, junto con los grandes investigadores y escritores de la primera mitad del siglo XX, habían puesto las bases para que esta recuperación plena de la espiritualidad llegara. La«Carta a los predicadores de Ejercicios», considerada hoy como la «carta magna de la espiritualidad marianista» vivió en el sueño del olvido durante 50 años. Nadie la citaba, ni Caillet, ni Chevaux. Solo Simler en su «Notice historique de la Societé de Marie» (1891) se atrevió de pronto a citarla. Comenzaba el redescubrimiento del tesoro. Y Klobb fue su profeta y divulgador.
La línea mariológica actual en la Familia marianista la han impulsado en primer lugar los nuevos estudios y acercamientos a los escritos fundacionales: Stanley, Thomas «The mystical body of Christ, according to the wrintings of Father W.Joseph Chaminade» (1952); W.J. Cole «The spiritual maternity of Mary according to the writings of father W. Joseph Chaminade» (1958);Paul Hoffer «La vida espiritual según los escritos del P.Chaminade» (1970); las publicaciones deJoseph Verrier y Juan B. Armbruster: «Escritos marianos» (1966); la edición de los «Escritos de dirección», «Escritos de oración»,»Notas de instrución» y «Escritos de dirección». Tambien ha influido la redacción de la nueva «Regla de vida» (SM 1983; FMI 1984). La nueva eclesiología del Vaticano II confirma esta Mariología actual.
Esta visión mariológica tiene en el centro la intuición chaminadiana de María como Mujer de fe, Madre de la fe, a la que, primero el Laicado seglar, y luego la Vida Religiosa, se consagran en forma de alianza comunitaria y evangelizadora.
3.2. La actualidad
La situación que vivimos hoy, es fruto de una fase que comenzó en torno a 1950-60 y que ha ido desarrollándose con fuerza y originalidad. Una nueva generación de investigadores (J.Verrier, J.B.Armbruster, L.Gámbero, W. Ferree, P.Ferrero, Q. Hakenewerth, E.Benlloch…) ha creado escuela, abriendo paso a otros estudiosos de la espiritualidad mariana (Ph.Pierrel, E.Cárdenas). Todos ellos nos han legado un bagaje muy importante. El Vaticano II, las nuevas Reglas de vida, y la nueva estructuración y conciencia de la Familia marianista, han provocado el impulso definitivo. Entre las iniciativas contemporáneas señalamos:
La «Biblioteca mariana» e «Instituto Internacional de Investigación mariana (IMRI)« tienen su sede en la Universidad marianista de Dayton (Ohio, Estados Unidos). La Biblioteca mariana» nació en 1948, bajo la inspiración y dirección del P.J. Elbert y en 1953 fue asociada a la«Pontificia Facultad teólogica Marianum» de Roma. Enlace aquí. Es la biblioteca mariana más importante de la Familia marianista y una de los más notables de la Iglesia. El IMRI es el centro fundamental para formarse e investigar en Mariología. Theodore Koehler sm (1911-2001) ha sido uno de los más grandes mariólogos marianistas del siglo XX, autor de una importante «Historia de la Mariología» y director de la Biblioteca mariana de Dayton desde 1969. En 1987 Johann Roten asumió la dirección del IMRI, y Thomas A.Thompson la de la Biblioteca.
«The Promised Woman». International Symposium on Marianist Spirituality». Dayton (USA) 1992. Un Congreso internacional sobre la Espiritualidad marianista, en el que se ha dejado resonar voces de distintos continentes (África, Asia, Europa, Norteamérica y Latinoamérica), y de todas las ramas de la Familia marianista: religiosos y religiosas marianistas, y seglares de las CLM. Ha sido un encuentro de estudio e intercambio muy rico y plural. Un valioso y voluminoso libro editado por Lawrence Cada, recoge todos los trabajos del Congreso.
«Con María hacia el futuro» (2000). José Mª Arnaiz, Pedro González Blasco y Johann Roten analizan en este libro los resultados de la «Encuesta internacional sobre María» en la SM aplicada en 1999.
Servicios de publicaciones sobre nuestra historia y espiritualidad, centros de espiritualidad marianista, encuentros internacionales marianistas, y difusión del carisma por Internet (páginas web marianistas) son el rostro actual de un momento prometedor. Sin embargo hacen falta nuevos investigadores de los escritos fundacionales, lectores de los signos y cultura de hoy, y divulgadores de nuestra espiritualidad en nuevos lenguajes y desde la vida y misión propia de cada rama de la Familia marianista.
4. María en las Reglas y Documentos marianistas actuales
Regla de vida SM. «Nuestros orígenes». Y sobre todo en REGLA_SM_Libro_1, Cap 1: arts 1 y 2; el magnífico grupo de artículos «María en nuestra vida»: 5,6,7,8; los relativos a la Consagración por votos y la Estabilidad marianista: 14,15; y el Cap 5 (especialmente el art 65).
Regla de vida FMI. Libro I, 7-8-9 «Por su fe, su apertura a la Palabra y su disponibilidad total, María es la respuesta perfecta a las llamadas del Señor. Jesucristo, Hijo de Dios, hecho hijo de María para la salvación de los hombres, asoció a su madre a todos sus misterios y a su misión».(I,7)
Documentos internacionales de las CLM: «En alianza con María». Documento oficial del 4º encuentro mundial de las CLM (Burdeos 2005).
5. La oración mariana del carisma marianista
5.1. El Acto_Consagración_marianista Texto oficial de la Familia marianista, en español. Con un pequeño estudio histórico y los textos primitivos utilizados en Burdeos por la Congregación de la Inmaculada (1800-1801)
Actos de consagración por ciclos litúrgicos: adviento, cuaresma y pascua.
5.2. La Oración_de_las_tres. La segunda gran oración de la tradición marianista. Una cita diaria en el momento que recuerda la muerte salvadora de Jesús y la maternidad espiritual de María con respecto a los discípulos.
5.3. El «Oficio parvo de la Inmaculada». G. José Chaminade oró desde niño con el «Pequeño oficio de María Inmaculada», una oración de alabanza y súplica a María muy antigua en la Iglesia, ligada a la tradición inmaculista. El fundador lo rezaba en Mussidan y luego lo introdujo en la oración diaria de los seglares de la Congregación de la Inmaculada y de los dos institutos religiosos (FMI-SM). Con la introducción de la Liturgia de las Horas como oración oficial de la Iglesia, tras el Vaticano II, el Oficio parvo desapareció como práctica orante marianista. Pero es justo rescatarlo, darlo a conocer y ofrecerlo como oración. Desde Chaminade hasta hoy han sido muy diversos los textos. Esta fue la la última versión (1964).
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6. María, en el Evangelio, los Padres y los escritores de la Iglesia
Lorenzo Amigo sm. «Los más bellos textos sobre la Virgen». Madrid. PPC 1983. Una completa antología mariana, temática, con introducciones, que presenta la figura de María desde la Escritura, la Patrística, los mariólogos y las definiciones dogmáticas. PDF
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7. María en el Magisterio contemporáneo de la Iglesia
Los tres documentos magisteriales que marcan la visión mariana de la Iglesia católica desde el concilio Vaticano II son, por orden cronológico:
Vaticano II. Lumen Gentium. Cap 8º. «La bienaventurada Virgen María, Madre de Dios, en el misterio de Cristo y de la Iglesia» (1964). Es la aportación del Vaticano II sobre María. Cierra la Constitución dogmática sobre la Iglesia, tras el capítulo que presenta su caracter escatológico (cap 7). PDF aquí.
Pablo VI. «Marialis cultus» (1974). El gran texto del papa continuador del concilio Vaticano II. Por su contenido, lenguaje e intención pastoral, se ha convertido en uno de los mejores documentos sobre María. PDF aquí.
Juan Pablo II. «Redemptoris mater« (1987). «La madre del redentor» es la sexta encíclica de Juan Pablo II, meditación para el Año mariano, y profundización en el Evangelio a la luz de María. PDF aquí.
En estos tres textos está contenida y comentada hoy la fe de la Iglesia sobre el misterio de María. Desde que el concilio de Éfeso (431) la proclamara «Teotokos» (Madre de Dios), a petición del pueblo de Dios, y la tradición defendiera desde antiguo su «virginidad perpetua», María ha estado presente, acompañando la proclamación y profundización de la fe por parte del pueblo creyente, de los teólogos y los santos, y del magisterio eclesial. En 1854 se proclamó el dogma de la Inmaculada Concepción de María, y en 1950, el dogma de la Asunción. En el discurso de clausura de la tercera sesión del Vaticano II, Pablo VI la proclamó «Madre de la Iglesia» (1964).
8. Bibliografía
Otros libros sobre María y la espiritualidad marianista:
[Armbruster, J.B.] – «Connaitre, aimer, servir Marie» . Saint Paul. Paris. 1982
[Benlloch, E.] – «El mensaje Chaminade». SM. Madrid. 1988
[Cada, L.] – «A Short History of Marianist Spirituality» («Teología moderna y espiritualidad marianista» 1). Imprenta SM. Madrid. 2000
[Cole, W.] – «Consagración a María». DRV. Madrid. SM 1990
[Ferrero, P.] – «Il pensiero mariano nella tradizione marianista». ARSGL. Cascine Strà. 1998
[Ferrero, P.] – «L’alleanza con María nella sua missione apostolica, secondo la dottrina del P.Chaminade». ARSGL. 1997
[Gambero, L.] – «María». Diccionario de la Regla de vida SM (DRV). Madrid. SM.1990.
[García Murga, J.R.] – «Jesucristo, Hijo de María, Mujer en misión, Figura de la Iglesia». («Teología moderna y esp. marianista» 2) SM. 2000
[García Murga, J.R. (Ed.)] – «La nueva evangelización con María. La cons. mariana en la Fam. marianista». («Documentos 2»). [ [Hakenewerth, Q. – Madrid. 1994] – «El gran designio del amor de Dios» («Espiritualidad marianista» 22) SPM. Madrid. 2009.
[Madueño, M.] – «Siguiendo a Jesús, hijo de María. Un camino para vivir la espiritualidad marianista» («Esp. marianista» 15). SPM. Madrid. 1999.
[Pierrel, Philippe] – «Por los caminos de la misión. G.José Chaminade, misionero apostólico» (Esp. Mar 3). SPM. Madrid. 1993
[Verrier, J.] – «Estabilidad marianista». DRV. Madrid. SM. 1990
Para consultar una bibliografía marianista exhaustiva sobre el tema:
[Cárdenas, Emilio.] – «Itinerario mariano de G.José Cahaminade, misionero de María» («Espiritualidad marianista». nº 19) SPM. Madrid. 2004.